las verdaderas arrugas están en el alma, son las que no dejan ver, las del rencor, las de la soledad
el paso del tiempo se distingue en la intolerancia y en los que no están
pero la mejor edad de mi vida es cada minuto, encuentro la juventud en los ojos de los hijos de mis amigos, en la espuma que humedece mis pies, en el sonido incansable del mar que me acuna, en el sabor de cada comida, en la comodidad de todas las charlas
voy a cumplir treinta años, y me subo a ésta década con el ímpetu y la energía que encontré en este mundo el día en que nací
viernes, 23 de enero de 2009
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