viernes, 13 de marzo de 2009

sho

creo que la vida de gimnasio es un mundo paralelo, una alcantarilla siempre abierta, una pasarela de situaciones inquebrantables

por ejemplo: si podés contar la cantidad de veces que la recepcionista dice "tipo que" tranquilamente te podés dedicar a cronometrar cualquier carrera, cualquier lección oral

los clientes varían en edad, tamaño, sexo, pero hay algo que los iguala: el "ssshhho" Pareciera que aprenden a hablar todos en la misma academia de gente bien, nada común, preocupada por cultivar cuerpos

en las clases no falta la que se regodea viendo la redondez de su culo en el magnánimo espejo, el que infla los bíceps cada vez que se le acerca una rubia, y la que como yo, siente que se va a morir deshidratada y de un paro cardíaco de tanto saltar. Si se pudiera leer el pensamiento, seguro que más de uno se promete no volver a esa clase de boxeo. Bien disimulado, nadie se entera.

probá, andá al gimnasio. Si te gusta, cultivate el cuerpo. Y si no, despejate y conocé de cerca el mundo paralelo que se esconde entre las pesas.

2 comentarios:

Girlpop86 dijo...

Hola.¿Todo bien?,me encanta tu forma de contar las cosas...me siento como si estuviera en ese lugar.Es cierto que pasa eso en los gimnasios,asi como si uno presta atención casi nadie va solo al gimnasio,todos llevan a alguien,incluso hasta se forman grupos.Que sigas bie,cuidate...Mony :-)

nano dijo...

Hola Betania!Brota reveldia de tus prosas y no perdes para nada el compromiso ni la ternura.Son de verdad muy bonitas.Te dejo mi mail nano_sur1985@hotmail.com sabes, da gusto encontrar en la ciudad,donde todo y todos van muy rapido, gente que todavia piense, sienta y que se pregunte ¿Porque?Eso no abunda y menos en los gimnasios. Saludos