euforia cuando sale el sol, y cuando se pierde en el otoño de las tardes de mayo.
ansiedad, alegría, desborde, latidos, hambre momentáneo, eso siento
el trabajo es un derecho que se disfraza de lujo. Lujo de poder vivir de mi profesión, de hacer lo que me apasiona, de aprender, de admirar, de pertenecer a un grupo de profesionales, de saber que si pudiera elegir volvería a ser periodista. Lujo que agradezco cada día cuando abro los ojos, cuando el mediodía me agarra desprevenida y cuando apoyo la cabeza en la almohada. Así como agradezco el amor.
sensatez, algo de insomnio, creatividad, canales, ideas, energía, eso tengo.
es un lujo tener trabajo. Y aunque no debería ser así, agradezco por poder acceder a este gran derecho.
y ojalá que alguna vez todos puedan vivir dándose el más grande de los gustos: TRABAJAR
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